En ocasiones pensamos que  para proyectar una buena “imagen personal”  se requiere vestir a la moda, tener un cuerpo perfecto, gastar una fortuna en ropa o usar cierta prenda de marca, y claro esto nos hace pensar que solo  se trata de apariencia banal.

Si analizamos un poco y reflexionamos, te has preguntado lo siguiente…

¿Te sientes cómodo con tu imagen actual?,  ¿Sabes qué  estas proyectando o que comunica tu imagen?, ¿Cuánto tiempo le dedicas a cuidar  tu imagen personal?, ¿Dedicas  tiempo para arreglar y dar el mantenimiento periódicamente a tu guardarropa? ¿O solo te arreglas en ocasiones especiales?

Cada mañana tomamos decisiones muy importantes y una de ellas es cómo te presentarás o vestirás. Aunque muchas veces  no nos damos cuenta que estamos usando, si están limpias las prendas o en buenas condiciones, si estamos usando lo adecuado para la ocasión, si el estilo de las prendas y el color  son favorecedoras, o si van  acuerdo a nuestra edad,  etc.

Sin duda alguna, todo cuenta en la indumentaria, desde los zapatos limpios, la falta de un botón, la limpieza y pulcritud de nuestra imagen habla por nosotros definitivamente. El estar bien presentados con una buena imagen personal nos da seguridad, aumenta nuestra autoestima, aportando mayor grado de confianza ante los demás,  trayendo  como consecuencia innumerables beneficios en todos los ámbitos en nuestra vida: laboral, social,  personal, emocional, pero sobre todo te ayuda a cumplir tus metas para alcanzar el éxito.

Con tu imagen comunicas todo el tiempo, si te encuentras triste, deprimido, si eres feliz o exitoso.

Es inevitable  tener una imagen, todos tenemos una imagen,  buena o mala,  según el juicio de nosotros y de los demás. Pero lo más importante, es que tu imagen comunique “lo mejor de ti”,  que te veas y te sientas tan bien,  que solo se vea  tu esencia y lo que llevas por dentro y no lo que traes puesto.

Imagen es ser  congruente, es quererte, aceptarte  y respetarte  para proyectar el mensaje correcto de lo que eres y representas,  a través de tu  imagen personal, comportamiento y actitud, para que exista congruencia con lo que eres  y representas.

¡Trabajar en tu imagen es ser congruente!